lunes, 18 de mayo de 2015

EL TELÓN DE ACERO

El Telón de Acero.
La Cortina de Hierro (en Hispanoamérica) o Telón de Acero (en España) es un término histórico que proviene de las expresiones alemanas Eiserner Vorhang e inglesa  Iron Curtain. Hace referencia a la frontera política, ideológica, y en algún caso también físico, entre la Europa Occidental (Bloque Capitalista) y Europa Oriental (Bloque Comunista), tras la Segunda Guerra Mundial.
En alemán, fue usada por Joseph Goebbels, ministro de Propaganda nazi, y Lutz Schwerin von Krosigk, último canciller de Alemania antes de establecerse la Comisión Aliada de Control  en mayo de 1945. A su vez, Winston Churchill  utilizó su versión inglesa en un discurso. El ex Primer Ministro Británico   la usó para referirse a la frontera, no solo física sino también ideológica, que dividió a Europa  en dos bloques después de la Segunda Guerra Mundial. Churchill popularizó el término en una conferencia en Estados Unidos  en 1946, cuando dijo:
Desde Stettin, en el Báltico, a Trieste, en el Adriático, ha caído sobre el continente (Europa) una cortina de hierro.
La frontera de la que hablaba Churchill dividía a los Estados socialistas, encabezados políticas, económica y militarmente por la Unión Soviética, y los Estados capitalistas, alineados con los Estados Unidos. El término había sido de hecho ideado o utilizado antes por el Ministro de Propaganda de la Alemania nazi Joseph Goebbels, quien declaró el 25 de febrero de 1945 en un artículo titulado «El Año 2000», en el periódico semanal Das Reich:

Si los alemanes bajan sus armas, los soviéticos, de acuerdo con el arreglo al que han llegado Roosevelt, Churchill y Stalin, ocuparán todo el este y el sudeste de Europa, así como gran parte del Reich. Un telón de acero (ein eiserner Vorhang) caerá sobre este enorme territorio controlado por la Unión Soviética, detrás de la cual las naciones serán degolladas. La prensa judía en Londres y Nueva York seguirá aplaudiendo probablemente. La división también se hizo patente en dos sistemas militares contrapuestos, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (1949) y el Pacto de Varsovia (1955), así como en las alianzas económicas, el Plan Marshall por un lado y el Consejo de Ayuda Mutua Económica por otro. Esta división en dos bloques enfrentados en sus concepciones políticas, militares y económicas dio lugar a la situación conocida como Guerra Fría (la cual se prolongaría hasta fines de la década de 1980).

De hecho, la mayoría de los países al este de la Cortina de Hierro se resignaron a ser satélites de la Unión Soviética, después de que, hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, ésta avanzase sobre los restos de la Europa hasta entonces ocupada por los nazis. Esta soberanía limitada o tutelada quedó confirmada por el sofocamiento del levantamiento germano-oriental de 1953, por la fallida revolución húngara de 1956 (que llevó al fusilamiento del líder reformista Imre Nagy en 1958) y por la invasión soviética de Checoslovaquia en 1968 (Primavera de Praga). En particular, después de producida esta última, el gobierno de Leonid Brézhnev elaboró la denominada doctrina que lleva su apellido, según la cual como lo “que afecta a un país socialista afecta al socialismo como un todo”, la URSS se arrogaba el derecho de invadir militarmente cualquier país de su área de influencia en la Europa Oriental. El surgimiento del combativo sindicato polaco Solidarność (“Solidaridad”) en 1980 tendió a confirmar el estado de tensión ideológica interna que se vivía detrás de la también denominada “Telón de Acero”. Únicamente la Yugoslavia del mariscal Josip Broz “Tito” y la Albania de Enver Hoxha lograrían, aun teniendo sendos gobiernos marxistas, mantener una relativa independencia de la URSS. Ya en 1948, tan sólo tres años después de finalizar la guerra, Tito rompió con el régimen de Iósif Stalin. A pesar de haber proclamado su neutralidad frente a ambos bloques, el líder yugoslavo mantuvo una forma de gobierno socialista, argumentando que su “marxismo-leninismo era más puro que el soviético”[cita requerida]. Por su parte, el estalinista Hoxha lo hizo a partir de la década de 1960, después de que el por entonces nuevo premier soviético Nikita Jrushchov, a partir de su posteriormente famoso discurso secreto del 25 de febrero de 1956, comenzase a denunciar públicamente los excesos y crímenes cometidos en vida por Stalin. Ante esa nueva situación internacional, después de producido el cisma ideológico chino-soviético, el líder albanés decidió romper con la URSS y tomar partido por la China del entonces dirigente Mao Zedong.

Al oeste de la Cortina de Hierro, Finlandia y Austria mantenían también una política de relativa neutralidad respecto a los bloques, buscando mantener relaciones cordiales con la Unión Soviética. En los medios de comunicación de algunos países occidentales, se acuñó el término de finlandización para describir, en sentido negativo, una política exterior que según dichos medios se acomodaba para servir a los intereses soviéticos. El 19 de agosto de 1989 se celebró el Picnic Paneuropeo por iniciativa de Hungría, siendo el primer paso para la caída del Telón de Acero. En este evento los húngaros y austriacos obviaron las fronteras soviéticas y se reunieron simbólicamente.

Winston Churchill

ESCRITO POR:
Daniel Schulz López
Gabriel Figueroa González  

lunes, 11 de mayo de 2015

PLAN MARSHALL

El Plan Marshall.
El Plan Marshall (denominado oficialmente European Recovery Program o ERP) fue el plan más importante de Estados Unidos  para la reconstrucción de los países europeos  después de la Segunda Guerra Mundial, que a la vez estaba destinado a contener un posible avance del comunismo. La iniciativa recibió el nombre del Secretario de Estado de los Estados Unidos, George Marshall, y fue diseñada principalmente por el Departamento de Estado, en especial por William L. Clayton  y George F. Kennan.

Muchas partes del mundo que también fueron devastadas por la Segunda Guerra Mundial no se beneficiaron de Plan Marshall. El único gran país de Europa occidental que quedó excluido de las ayudas fue España  debido a que tras la Guerra Civil Española, España se cerró en una política de autarquía  y proteccionismo  bajo el régimen franquista. Aún con las reticencias en colaborar con un país de cariz fascista, los Estados Unidos decidieron ofrecer a España ayudas económicas, porque el régimen de Francisco Franco  era, de todos modos, una garantía de que el país no recibiría influencias soviéticas. Durante la década de los cincuenta, España recibió financiación estadounidense; y aun cuando nunca llegó a las cantidades que sus vecinos habían recibido con el Plan Marshall, fue el punto de partida de una recuperación económica tras más de diez años de durísima posguerra.
Mientras que la parte occidental de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas había quedado muy afectada por la guerra, la parte asiática del país estaba prácticamente intacto y se había industrializado rápidamente durante la guerra. El gobierno soviético impuso el pago de cuantiosas sumas de dinero en concepto de reparaciones de guerra a los países del Eje: Finlandia, Hungría, Rumania   y muy especialmente la RDA  fueron obligadas a pagar ingentes cantidades de dinero y recursos, y muchas de sus fábricas fueron trasladadas pieza a pieza a territorio ruso. Todas estas reparaciones igualaban, en la práctica, a las sumas procedentes del Plan Marshall que recibió Europa occidental.

Europa del Este no vio ni un dólar del Plan Marshall, dado que sus gobiernos rechazaron unirse al plan, y recibió más bien poca ayuda de los soviéticos. A pesar del establecimiento del COMECON  para contrarrestar al Plan Marshall, éste no era tan generoso, y más bien acabó siendo un método para transferir recursos de Europa a la URSS. Los miembros del COMECON recurrían a la Unión Soviética por combustible, y a cambio debían entregar tanto maquinaria como bienes agrarios, industriales y de consumo a la Unión Soviética. La recuperación económica oriental fue, por tanto, mucho más lenta, y muchos piensan que las economías de Europa del Este, de hecho, jamás se recuperaron durante el periodo comunista, teniendo como resultado la formación de unas economías de penuria  y una brecha entre el Este y el Oeste del continente. Los estados policiales del Este podían garantizar, además, la continuidad del racionamiento y de las medidas de racionamiento, pero los fuertes gastos en policía y servicios de espionaje interior suponían grandes cantidades de dinero que podrían haberse destinado a tareas de reconstrucción. Yugoslavia, en cambio, sí recibió ayuda de los Estados Unidos, pero no se considera enmarcada dentro del Plan Marshall.

ESCRITO POR:
Daniel Schulz López
Jordi Rodríguez Herrera

ARMAMENTO DE LA GUERRA FRÍA

El armamento de la Guerra Fría.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, las dos potencias vencedoras disponían de una enorme variedad de armas, muchas de ellas desarrolladas durante el conflicto. Tanques, aviones, submarinos y otros navíos de guerra constituían las llamadas armas convencionales. No obstante, la desigualdad resultaba patente, o por lo menos eso les parecía a los estadistas. Antes de la Segunda Guerra Mundial, la URSS contaba con el mismo número de carros de combate que el resto de las naciones juntas, y superaba en aviones al conjunto de todas las demás fuerzas aéreas. Después del conflicto, la diferencia numérica no era tan abrumadora, pero aún resultaba ostentosa. Sin embargo, su flota no podía competir en condiciones de igualdad con la de Estados Unidos. Tras la Batalla de Midway quedó demostrada la importancia del avión y el portaaviones en los conflictos marítimos. La armada soviética disponía de muchos menos barcos de este tipo que la estadounidense, y además, sus naves eran de menor tamaño, y no disponían de cubierta corrida para operar dos aeronaves simultáneamente, por lo que su inferioridad resultaba manifiesta.
Para la URSS, más problemático aún que la falta de portaaviones era la falta de una red mundial de bases de aprovisionamiento abiertas durante todo el año. Mientras que Estados Unidos podía atracar sus buques en Nápoles, Rota, Hawái, Filipinas y muchos otros puertos más, la Unión Soviética no podía sacar sus barcos de puertos propios durante varios meses al año, pues sus puertos o estaban helados o podían ser fácilmente bloqueados por los aliados. Era el caso de la flota del Mar Negro, que debía atravesar los 35 kilómetros del estrecho del Bósforo, que Turquía podía bloquear fácilmente.
En la aviación convencional, tanto en número como en calidad, los cazas y bombarderos soviéticos no solo estaban a la altura, sino por encima de los occidentales. Pese a que el Pentágono siempre afirmaba poseer aparatos superiores a los de cualquier otro país, los enfrentamientos vividos durante la Guerra de Vietnam, y posteriormente en la Guerra de la Frontera demostraron la igualdad, cuando no la superioridad, de los aviones soviéticos.
Número de cabezas nucleares de ambas superpotencias. Obsérvese la abrupta la abrupta escalada alrededor de la década de 1960.
Pero eran las denominadas armas no convencionales las que llamaban poderosamente la atención: más poderosas, eficientes, difíciles de fabricar, y extremamente caras. La principal de estas armas era la bomba atómica. Al principio de la Guerra fría solo EE. UU. disponía de estas armas, lo que aumentaba significativamente su poder bélico. La Unión Soviética inició su propio programa de investigaciones para producir también tales bombas, algo que consiguió en cuatro años; relativo poco tiempo, ayudándose de espionaje. En un principio Estados Unidos centró sus investigaciones en perfeccionar el vector que transportara las bombas (misil o bombardero estratégico); pero fue cuando se supo que Moscú había detonado su primera bomba nuclear de fisión cuando se dio luz verde al proyecto para fabricar la bomba de hidrógeno, arma que no tiene límite de potencia conocido. Esto se logró en 1952, y la URSS la obtuvo al año siguiente. Pese a que la carrera iba muy pareja en el plano cualitativo no era lo mismo en el cuantitativo: contradiciendo a la preocupación occidental de aquella época, el ciudadano estadounidense y miembro del Instituto Thomas Watson, Sergei Jrushchov afirma que en tiempo de la Crisis de los misiles de Cuba el poder nuclear estadounidense superaba al oriental en 10 veces o más.
Esta carrera armamentística fue promovida por el llamado Equilibro de Terror, según el cual, la potencia que se colocase al frente en la producción de armas provocaría un desequilibrio en el escenario internacional: si una de ellas tuviera mayor número de armas, sería capaz de destruir a la otra. No obstante, ya en el siglo XXI fuentes como The Times consideran que el esfuerzo soviético no se encaminó a superar al otro adversario, sino a alcanzarlo para, seguidamente, obligarlo a poner en práctica una estrategia defensiva no ofensiva (arrebatarle cuantos aliados pudiese conseguir).De esta misma opinión es Sergei Jrushchov, quien afirma que la carrera estaba sólo en la mente de los occidentales, porque para los soviéticos se trataba de ir incrementando su arsenal y perfeccionando sus vectores (misiles, bombarderos y submarinos) según sus posibilidades, porque no podía igualar o superar a occidente. Esta desproporción parecen confirmarla hechos como que los misiles intercontinentales (ICBM) sólo comenzaron a estar a la altura de los estadounidenses, en lo que a operatividad y fiabilidad se refiere, hacia finales de los setenta. Tampoco los submarinos nucleares parecían poder medirse con los occidentales, como prueba la gran cantidad de accidentes que padecieron.

ESCRITO POR:
Daniel Schulz López
Gabriel  Figueroa González

jueves, 7 de mayo de 2015

Guerra de Vietnam

GUERRA DE VIETNAM.
La Guerra de Vietnam, llamada también Segunda Guerra de Indochina fue un conflicto bélico librado entre 1959 y 1975 para impedir la reunificación de Vietnam bajo un gobierno comunista. Se libró entre la República de Vietnam (Parte Sur) con el apoyo de los Estados Unidos y el bloque capitalista contra la guerrilla local del Frente de Liberación (Viet Cong) y el Ejército de la República Democrática de Vietnam (Parte Norte), junto con China la Unión Soviética y el bloque socialista.
El saldo de muertos fue de alrededor de 380,000 muertos y 1.4 millones de heridos del lado capitalista y del sur; 1.4 millones de muertos y 600,000 heridos del lado socialista y del norte.
Los países que más influyeron aparte de Vietnam fueron Estados Unidos y la Unión Soviética apoyando a los capitalistas y a los socialistas respectivamente.
Doce días después de la reunión se produjo el "Incidente del Golfo de Tonkín", con un primer ataque al destructor estadounidense USS Maddox  el dos agosto de 1964 . Al día siguiente se unió al USS Maddox, el USS Turner Joy  y la noche del cuatro de agosto supuestamente se produjo un nuevo ataque, pese a no existir pruebas de dicho acto. El presidente Lyndon B. Johnson  ordenó el 5 de agosto a los navíos USS Ticonderoga  y USS Constellation  acciones de represalia contra a la flota norvietnamita. Siendo ciertos o no alguno de los ataques, el incidente legitimó a Johnson para solicitar y conseguir del Congreso el seis de agosto la llamada Resolución del Golfo de Tonkín. Esta resolución conferiría plenos poderes para que los asesores militares presentes en Vietnam realizaran operaciones fuera del recinto de sus bases, además de incrementar la cantidad de tropas en ese país, al estar en campaña electoral Johnson necesitaba mostrar una imagen de fuerza ante el comunismo.

El presidente Johnson trató de atraer a tantos países como pudo con la  Campaña Más banderas, para dar una idea de que el "Mundo Libre" estaba luchando contra el comunismo, pese a que el adjetivo "Libre" es más un eufemismo que una realidad debido a la presencia de Corea del Sur o Filipinas. Muchas naciones enviaron ayuda, principalmente en forma de suministros médicos, algo bien vista por la población del país emisor y receptor; pero sólo siete destinaron soldados a la Península: la dictadura coreana envió en 1965 200 hombres y fue aumentando el contingente hasta 47 829 soldados en 1967; Tailandia contribuyó con un total de 11 568 soldados, además permitió a Estados Unidos emplear su territorio para operar bombarderos B52, cazas, aviones de reconocimiento y el Centro de Vigilancia de la Infiltración; Australia terminó destinando una división, primero con asesores en 1962, después con 1400 soldados, algunos veteranos de la lucha en las junglas malayas,  y finalmente con un número máximo de 7672 soldados y oficiales en 1967, por lo que se convirtieron en un importante aliado estadounidense en un territorio muy hostil como es la selva, hasta su retirada en diciembre de 1972. Participaciones más pequeñas fueron la de Filipinas  (2000 soldados), Taiwán (31 hombres) y España con varios grupos de 13 médicos militares.

ESCRITO POR:
Daniel Schulz López
David Morales Argüelles