El Plan Marshall.
El Plan Marshall (denominado oficialmente European Recovery Program o ERP) fue el plan más importante de Estados Unidos para la reconstrucción de los países europeos después de la Segunda Guerra Mundial, que a la vez estaba destinado a contener un posible avance del comunismo. La iniciativa recibió el nombre del Secretario de Estado de los Estados Unidos, George Marshall, y fue diseñada principalmente por el Departamento de Estado, en especial por William L. Clayton y George F. Kennan.
Muchas partes del mundo que también fueron devastadas por la Segunda Guerra Mundial no se beneficiaron de Plan Marshall. El único gran país de Europa occidental que quedó excluido de las ayudas fue España debido a que tras la Guerra Civil Española, España se cerró en una política de autarquía y proteccionismo bajo el régimen franquista. Aún con las reticencias en colaborar con un país de cariz fascista, los Estados Unidos decidieron ofrecer a España ayudas económicas, porque el régimen de Francisco Franco era, de todos modos, una garantía de que el país no recibiría influencias soviéticas. Durante la década de los cincuenta, España recibió financiación estadounidense; y aun cuando nunca llegó a las cantidades que sus vecinos habían recibido con el Plan Marshall, fue el punto de partida de una recuperación económica tras más de diez años de durísima posguerra.

Europa del Este no vio ni un dólar del Plan Marshall, dado que sus gobiernos rechazaron unirse al plan, y recibió más bien poca ayuda de los soviéticos. A pesar del establecimiento del COMECON para contrarrestar al Plan Marshall, éste no era tan generoso, y más bien acabó siendo un método para transferir recursos de Europa a la URSS. Los miembros del COMECON recurrían a la Unión Soviética por combustible, y a cambio debían entregar tanto maquinaria como bienes agrarios, industriales y de consumo a la Unión Soviética. La recuperación económica oriental fue, por tanto, mucho más lenta, y muchos piensan que las economías de Europa del Este, de hecho, jamás se recuperaron durante el periodo comunista, teniendo como resultado la formación de unas economías de penuria y una brecha entre el Este y el Oeste del continente. Los estados policiales del Este podían garantizar, además, la continuidad del racionamiento y de las medidas de racionamiento, pero los fuertes gastos en policía y servicios de espionaje interior suponían grandes cantidades de dinero que podrían haberse destinado a tareas de reconstrucción. Yugoslavia, en cambio, sí recibió ayuda de los Estados Unidos, pero no se considera enmarcada dentro del Plan Marshall.
ESCRITO POR:
Daniel Schulz López
Jordi Rodríguez Herrera
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Daniel Schulz López
Jordi Rodríguez Herrera
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